Madrugá del 2017

Año tras año se suceden las noches más mágicas de la Semana Santa de Sevilla: las madrugás. Noches donde procesionan maravillosas hermandades como el Gran Poder, con el imponente Señor de Sevilla paseando por el Museo, que parece que está andando de verdad; o las dos Esperanzas, que vienen desde la Macarena y Triana; los Gitanos con su nazareno, el Calvario y el Silencio.

Se cumplen 17 años de la Madrugá del 2000. Una noche de incidentes, estampidas y gritos. Mejor dicho, la primera noche de incidente, estampidas y gritos. Un grupo de personas decidieron organizarse para intentar estropear la noche más mágica del año provocando avalanchas y pánico en las distintas hermandades que procesionaban aquel año. Diecisiete años después se vuelve a repetir una madrugá de ese estilo.

Todo comenzó a las cuatro de la mañana cuando un senegalés gritaba en Reyes Católicos "Alá es grande". A partir de esta hora se dieron estampidas, avalanchas, pánico y gritos en distintos puntos de nuestra ciudad. A pesar del susto, las hermandades supieron recomponerse con serenidad y el dispositivo de seguridad de la Madrugá pudo ponerse en funcionamiento.

La policía ha detenido a ocho personas, siete de ellos sevillanos y un senegalés. Tres de ellos están en prisión.

Se han registrado cien heridos atendidos por los servicios sanitarios. Quince de ellos fueron hospitalizados. El más grave de ellos ha presentado mejoría y ha salido de la UCI.

Un nazareno que terminaba su estación de penitencia en el Gran Poder fallecía de un infarto. Este es un suceso que no podemos relacionar directamente con los tumultos de la Madrugá.

De esta Madrugá 2017 no nos podemos quedar con lo malo. A pesar de todo las movidas, heridos (a los que deseamos una pronta recuperación) y disgustos, pudimos disfrutar, sentir y vivir en las calles a seis de las hermandades más famosas de nuestra Semana Santa. Debemos quedarnos también con la serenidad de las hermandades y su firmeza a la hora de recomponer las cofradías. No debemos pensar que estas personas fastidiaron la noche más mágica del año, tal y como dijo el delegado Juan Carlos Cabrera "No nos van a vencer estos golfos, esta calaña humana".